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23 ago 2011

32- Y escucha "Don't cry" de Guns N' Roses

Dos días después. Cali y Tess están en el aeropuerto, la cola de facturaje no es demasiado amplia, por lo que acaban enseguida.
Aun les queda una hora y cuarto para embarcar.
-¿Tomamos un café y compramos algo de comer?
-Vale.
La cafetería está llena de gente, Cali coge una mesa y Tess va hacia la barra. Vuelve con dos cafés cargados de crema y canela.
-Ya verás cuando lleguemos a allí, menuda pasada. Adoro California, y cuando conozcas a Jace. ¡Buah, te va a encantar!
-¿Jace, quién es Jace?
-A, una persona genial. De las que no hay.
-Una chica maja, me gusta.
-E...no. Yo no he dicho eso-Tess se ríe.
-Has dicho una persona genial.
-Exacto, una persona, no una chica.
-¿Un tío? ¿Jace es un tío?
-Si-Ella se ríe.
-¡¡Pero no íbamos a estar solo nosotras para que yo me olvidase de los tíos!!
-Otra vez-Suspira-Cali no atiendes cuando te hablo ¿eh? Te dije para que te olvides de Philip. Que hay skaters y surfers. Además Jace es buen chico. Ha salido a su prima-Estalla en una carcajada.
-No...por favor, no me digas que es tu primo-Cali pone una mueca-Otro miembro de tu familia no, me vasta contigo.
-Din din din din din BINGO.
-Haber ¿me quieres matar en California para que nadie se entere y quedarte tu con Philip o con mi ropa y mi pasta verdad?-Tess se ríe aun más-Enserio, no hace falta, ya me habría suicidado yo mujer, te ahorraba el dinero y el esfuerzo.
-Que tonta eres. Jace no mirará para ti, le van las rubias, y yo soy su prima. No creo que haga excepciones.
Toman el café, leen una revista.
-Vega, vámonos, nos quedan cuatro horas de viaje, quiero dormir.
Así que embarcan con tranquilidad, son de las primeras, las azafatas hablan en otro idioma, pero les es fácil comprenderlas. Cali se sienta en el asiento del medio, mientras que Tess ocupa el de la ventanilla, apoya la cabeza en el cristal y se abrocha el cinturón.
-Tengo el sueño ligero, avísame cuando lleguemos.
-¿Cuatro horas durmiendo? ¡Pero Tessa si has dormido doce esta noche!
-Como si no me conocieras-Abre los ojos sorprendida y vuelve a apoyarse cerrándolos. Apenas diez minutos después Tessa ya está dormida, Cali atiende a las explicaciones de las azafatas y el avión despeja, una fuerte sacudida, un dolor en los oídos durante un ratito, después todo es normal, un mar de nubes se extiende a su alrededor, los pasajeros están callados, ella enciende su Ipod y escucha "Don't cry" de Guns N' roses y entonces se derrumba y llora, a pesar de lo que dice la canción, de lo que le halla dicho Tess, del viaje,,, Estalla en un llanto ahogado y húmedo. La acompañante de su derecha, una señora veterana y jubilada le tiende un pañuelo.
-¿Hija te encuentras bien?-La anciana parece verdaderamente preocupada por ella.
-Oh, si señora, gracias-se limpia-no se preocupe, le agradezco el detalle.
La señora se vuelve hacia su revista de nuevo, Cali respira hondo y borra la canción.
"Aun no estoy preparada para escucharla. Este viaje es para despreocuparme, nada de pensar correctamente. Solo alocadamente"
Y decide intentar dormir aunque sea solo un poquito.

16 ago 2011

31-¿Y si olvidas el tema durante una semana y nos vamos a California?

Un timbrazo, dos. La madre de Tessa abre la puerta un tanto irritada. Cali tiene la cara roja y los ojos hinchados.
-Caroline, pasa hija. Tess te estaba esperando, está en su cuarto.
-Gracias-Se solve la nariz y pasa al interior del apartamento.
-¿Un té, café, cola-cao?
-No, gracias, no se me apetece nada.
Cali camina arrastrando los pies hasta la habitación de Tess, pero ésta ya está en el pasillo y la recibe con los brazos abiertos.
-Nena...¿qué ha pasado?-Le acaricia el pelo y la mete en su cuarto cerrando la puerta tras ella.
-Me he acostado con el Philip falso y ahora todo se ha acabado-Empieza a llorar de nuevo.
-¿Que has hecho qué y con quién?
Cali empieza a contarle lo ocurrido parando de vez en cuando por el dolor de su garganta debido a las lágrimas y la tristeza. Tess le pasa un paquete de pañuelos.
-No me lo puedo creer. ¿Cómo no te has dado cuenta?
-¡No lo sé!-Cali grita alzando las manos al aire.
-Dios...no se como podré ayudarte, esta vez me supera-Tess se queda con la boca abierta un buen rato mirando hacia la nada-¿Y si olvidas el tema durante una semana y nos vamos tu y yo a California?
-¿Qué, a California? ¿Y por qué ahora y allí?-Se suena de nuevo la nariz. Tiene la cara manchada de negro por el rimel y la raya del ojo.
-Necesitas olvidarlo, Cali. ¡Y que mejor sitio que California! con todo lo que hay por ahí de surferos y skaters-Pone los ojos en blanco y cae de espaldas en la cama al lado de Cali.
-¡Pero si no tenemos pasta!
-Tu no lo sé, yo si.
-¿De dónde la has sacado?
-No se lo digas a nadie-susurra inclinándose hacia ella-pero me he hecho con el genio de Aladín.
Las dos rompen a reír.
-En serio Tess, dímelo.
-No puedo.
-Entiendo-No entendía nada, pero no quería presionar a su amiga-¿Y tu madre, la vas a dejar sola?
-No, que va, mi tía Guillame vendrá a visitarnos unos días...se lo diré. Viaje de estudios...
-Eres de lo que no hay Tess.
-Solo intento contentar a mi mejor amiga, venga no llores más. A la vuelta del viaje pensaremos en algo. Ala, ayúdame a hacer la maleta mientras busco un par de billetes por Internet.
Tessa sale de la habitación volviendo al momento con una maleta verde fosforita. Después abre el armario y el zapatero, también trae el neceser del baño.
-Ala, empieza.
-¡Tendrás morro!-Le tira un cojín de la cama.
-¡Eh! ¿De quién ha sido la idea? Mía. ¿Quién es un desastre en todo esto y siempre se olvida algo? Yo ¿Quién tiene una mejor amiga super organizada? Yo también, así que por favor ¡ayúdame!-Tess se pone de rodillas en el suelo, Cali se empieza a reír.
-Está bien, está bien. ¡¡Más te vale que nos salgan baratos los billetes porque sino me voy sin ti!!
-¡¡¡California, allá vamos!!!

14 ago 2011

30-Lo siento. Se acabó.

"Tengo que irme de aquí"
Cali se despertó aquella mañana de un sobresalto, había tardado en dormirse debido a lo sucedido. No encontraba postura, extrañaba la cama, el nerviosismo se apoderaba de ella, el calor de la chimenea la invadía. La rabia por la confusión que había sentido cuando se dio cuenta de que Philip no era Philip la torturaba lentamente.
Se levantó de la cama de un brinco, se vistió con lo primero que encontró: sus tejanos viejos, esos que tanto adoraba, la blusa de lino que le había regalado su madre en Navidades y las botas de montar a caballo, esas de cuero que tanto se llevaban. Sin pensárselo dos veces sacó su maleta de debajo de la cama y recogió lo poco que tenía fuera de ella.
Se asomó al pasillo, no había nadie, volvió a entrar a por la maleta y bajó las escaleras. Cuando estaba apunto de salir por la puerta fue descubierta.
-Señorita, ¿a dónde va?
-Buenos días Diego, como verá...me voy.
-¿Acaso no es agradable su estancia en esta casa?
-No, la verdad es que no. Jamás pensé que ocurriría lo que ocurrió esta noche. Tenía todo muy bien planeado para que no pasase pero...algo falló. Y no se el qué.
Diego la miraba intrigado, ya que nadie supo lo que había pasado en realidad, solo sabían que se había desenvuelto una pelea a altas horas de la mañana en la habitación de Tuán, y que allí estaban los hermanos y ella.
-Señorita, el señor Philip quiere verla. Me ha dicho que fuese al comedor, tienen que hablar...y será mejor que desayune antes de irse.
Caroline suspiró. "Tonta, que eres una tonta. Igual pensabas salirte con la tuya y largarte de esa casa sin que nadie te viese, como si no hubiera vigilancia..."
-Está bien. Dejaré aquí la maleta. ¿Podría llamarme a un taxi, Diego?
-Supongo que no habrá inconveniente alguno-Acto seguido desapareció y Cali se quedó allí plantada.
Caminó en dirección al comedor, sin prisa, pensando qué poder decir...pero nada, no le venía nada a la mente.
Llegó a la entrada, asomó la cabeza, Phil leía el periódico a la vez que bebía de una taza de café puro y recién hecho, como un auténtico caballero, a la cabeza de una gran mesa de madera robusta y realmente antigua, como todo en aquella casa.
Retrocedió al verlo, nerviosa, con intención de salir corriendo y volver a la entrada con su maleta, pero ya era tarde, Philip había alzado la vista al ver una sombra por el rabillo del ojo y miraba fijamente en su dirección. Suspiró.
-Buenos días Caroline, si se puede decir que sean buenos.
Ella caminó hacia adentro, sentándose a tres, no, a cuatro sillas de él.
-Ven, aquí a mi lado-le indicó él con calma. Ella obedeció sin rechistar-¿Qué quieres desayunar?-Estaba tranquilo, nada alterado a pesar de todo.
-Phil...al grano, no se como explicarte lo que ha pasado...-Él la miró un momento, no había expresión en su mirada. "Dios mío, no me interrumpe, quiere que se lo explique...TODO"-Ante todo lo siento. Jamás pensé que algún día te confundiría con Tuán hasta tal punto. Jamás. Y lo siento-Se quedó callada sin decir nada más.
-¿Ya está, eso es todo?-Se empezó a reir escandalosamente. Cali abrió los ojos como platos, estaba asustada-No me puedo creer que me des esa simple escusa Caroline.
"Nunca me ha llamado Caroline hasta hoy" Sabía lo que significaba, aquel sueño estaba apunto de acabarse. Y en efecto, él lo dio por finiquitado con tan solo dos palabras.
-Se acabó-Lo dijo seco, sin sentimiento alguno que ella notase en sus palabras, en su voz. Y su mirada, oscura e inútil. Nada. ¿Cómo era posible que después de todo no sintiese nada?
Cali se quedó mirando su taza de café, el labio inferior le empezó a temblar, sus ojos se inundaron y...ZAS, las lágrimas al fin salieron de sus ojos sin espacio, bañando sus blancas mejillas y resbalando por el cazo hasta precipitarse al vacío y mojar su camiseta. Se levanta lentamente, sin mirarlo siquiera a la cara, se enjuaga y sale del comedor tropezando con una sirvienta a la que se le cae la bandeja con pastas y bollos. Camina hasta la entrada, su paso se acelera un poco más, coge su maleta y corre llevándola arrastras hasta el final del sendero de grijo allá donde el portillo delimita el fin de la finca. Y sin poder aguantarse más sale y posa la maleta en el suelo, se sienta encima de ella y rompe a llorar como una niña pequeña a la que se le acaba de caer un helado al suelo, o se le ha escapado un globo, o se le ha roto su muñeca favorita. Y así espera a que su taxi la saque de allí.

9 ago 2011

29-Primera noche: ¡Caroline!

Las presentaciones fueron rápidas, Margot y Adam fueron muy atentos con los tres. Diego los llevó a sus respectivos cuartos aposentando a Cali en la otra punta del pasillo.
-No entiendo por qué no puedo dormir contigo-Cali estaba cruzada de brazos en medio del inmenso pasillo, Phil caminó hasta donde estaba ella cogiéndola por la cintura. Solo llevaba el pantalón del pijama.
-No seas tonta, ya ha pasado todo, las presentaciones, la cena... puedes venir si quieres.
-¿En serio?
-Claro, yo no te lo voy a impedir.
-¡Pero tus padres lo han hecho!
-Nosotros tenemos cada uno su habitación y la tuya es una de invitados...tu eres una invitada.
-Si pero...
-Pero nada.
"Su voz..."
-¿Te pasa algo en la voz?
-Estoy un poco ronco, solo eso.
Phil la calló con un beso, Cali posó sus brazos encima de los de él. La lengua de Philip empezó a explorar suave y dulcemente la boca de ella, una de sus manos se deslizó por la cintura hacia abajo introduciéndose en el pantalón de Cali y agarrándose con firmeza al trasero de la chica. Ella jadeó por un momento a la vez que se separaba de él apenas unos centímetros.
-Vamos-Dijo él cogiéndola por la mano y llevándosela a su cuarto.
Cali apenas se paró a observar la habitación.
Era grande, tenía unas cortinas que llegaban desde el techo hasta el suelo, la cama era ampllia y de madera antigua, parecía cómoda. A los pies de la cama había un banquito algo carcomido y con cojines verdes. A la derecha de la habitación lucía una chimenea de piedra que iluminaba el cuarto y le daba algo de calor a esa noche fresca.
Phil la cogió por la cintura girándola hacia él. Ella empezó a besarlo, sus manos se enredaron en el pelo corto del chico, él buscó por debajo de la camisa de Cali subiendo por su barriga hasta posar su mano dulcemente en uno de sus pechos.
Un hormigueo la recorrió entera.
Él la condujo hasta la cama, contribuyendo a quitarse la ropa.
En verdad era cómoda, acolchada y cálida. Los dos sudaban, gemían ella más que él. Placer, ambos sentían placer.
Todo pasó después de un pedazo, ella le acariciaba la espalda en la oscuridad, él dormía pacíficamente. Cali deslizó un dedo desde la nuca hasta la punta de su mano, por el brazo derecho de él pero...su tatuaje no estaba. Se aceleró un poco, se incorporó en la cama buscando en el otro brazo.
"No puede ser...cuando se lo vi en el coche estaba en el...derecho, si, era el derecho...¡pero ya no está!"
La puerta del dormitorio se abrió de golpe y Cali se caló sábanas abajo.
-¡Caroline!
-¿Phil? Pero tu...-Ella se giró hacia el compañero de cama quien se incorporó también al sentir el estruendo que se había formado en un momento. Una sonrisilla se dibujó en su cara.
-¡¡Gran hijo de puta!!
Cali salió de la cama antes de que el verdadero Philip se abalanzara sobre Tuán. Ella se empezó a vestir. Los padres de los hermanos aparecieron en escasos minutos.
-¿Qué pasa? ¡Philip quieto!
Adam intentó separarlos ,pero lo que consiguió fue caerse de espaldas al suelo, Diego apareció en bata poco después, Margot intentaba incorporar a su marido. Philip ni siquiera se preocupó por la situación, siguió arremetiendo contra su hermano.
-¡¡Philip por favor!!-Cali gritaba, pero un nudo en la garganta la hizo callar al instante-¡¡Philip!!
Él tenía sujeto a su hermano por el cuello y el brazo recogido con el puño cerrado. Apenas fue unos segundos, pero él se giró para mirarla a la cara, sus ojos hervían de furia e ira, su mandíbula estaba tensa al igual que sus músculos. Se volvió y siguió con lo que estaba haciendo. Otro par de empleados entraron en la habitación corriendo y cogiendo uno por cada lado a Phil.
Cali se llevó una mano a la boca. Phil miraba a su hermano y después a Cali, una y otra vez. Se desató de los empleados y salió de la habitación pegando una patada a todo lo que su pie encontraba.
Margot se acercó a Caroline y la acogió en sus brazos.
-Tranquila, nada es culpa tuya, relájate, calma. Mañana me lo contarás todo, venga-La acompañó a su cuarto.
"¿Nada es culpa mía? ¡He confundido a Tuán con Philip!" De nuevo lloraba aun más que antes, sus lágrimas caían al suelo y sus hombros se convulsionaban rápidamente.