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1 jun 2011

7-Condenado a enamorarse de esos ojos

Mike estaba sentado en el porche de la casa de su hermana, fumándose un cigarrillo y bebiendo una cerbeza.
Un coche llegó y entró en el garaje, un niño rubio salió de allí con una pelota de fútbol.
-¡Hola tío Mike! dijo acercándose al chico y tirándose a su cuello.
-Eh Randi, ¿qué tal estás eh? ¿Y tu madre?
-Bien, en el coche, sacando a Elisa-Su madre apareció con un huevito y varias bolsas.
-¡Mike! Cuánto tiempo ¿cómo te va?-Alice sonrió con gran amplitud, él se le acercó para ayudarla con las bolsas.
-Pues no me quejo, de un lado para otro.
-¿De flor en flor?-Sonrió con picardía.
-Algo así-Dijo entrando tras de ella en la casa.
-Entonces no te preguntaré por Tess-Le miró de reojo, él estaba jugando con las manitas de su sobrina.
-No se nada de ella desde...hace dos semanas o así-Ella se puso de espaldas a la encimera.
-No fumes cerca de la niña. Mike, ¿qué os ha pasado? Hacíais muy buena pareja
Mike paró de jugar con la niña, se giró, serio y se dispuso a salir de la cocina.
-¡Mike te estoy hablando, no me dejes con la palabra en la boca!
-¿Y a tí con David? Te recuerdo que preferiste contarle tus problemas a tus amigas antes que a tu hermano y después una de ellas se fue con él. Por idiota que me creas, Alice, estoy aquí-En ese momento Randi entró en la cocina y ellos dejaron de hablar.
-Tío, ven a jugar al balón-Dijo tirando de él.
Empezaron a dar toques a la pelota de un lado para otro.
Cuando ya llevaban un rato Mike se fijó en una chica en la otra acera que, apresurada, pasó por delante de la casa.
"Tess" pensó.
-Randi, vengo ahora ¿vale?-Dijo mientras le acariciaba la cabeza y echaba a caminar. El niño asintió.
-¿Tess?-Ella siguió caminando-Tess-Esta vez habló más alto, la cogió por el brazo.
Ella se giró algo asombrada. Se quitó uno de los cascos que tenía encajados en cada oído.
-¡Mike! Hola...
-¿Qué haces por aquí?-Él miraba fijamente a sus ojos, esos ojos verde-azulados con reflejos color miel. En ellos encontró sorpresa, miedo, tristeza, pero sobre todo aun veía esa pequeña chispa de amor-Te he llamado tropecientas veces.
-Lo siento Mike-Dijo desviando la mirada hacia el suelo-He cambiado de número.
-Tessa, quiero aclarar las cosas contigo.
-No hay nada que aclarar, Mike he pasado página. Que se te meta en la cabeza, ya no hay nada entre tú y yo. Por favor olvídame.
-Pero Tess, te sigo queriendo y tú a mi también, lo se.
-Joder Mike yo no te quiero, he rehecho mi vida ¿vale? Tu has jodido la tuya, ahora yo quiero vivir la mía como me merezco-Forcejeó para soltarse de él. Tess empezó a llorar, no quería pero las lágrimas eran más testarudas que ella y decidieron bañar sus mejillas.

-Mike, ¿era ella? ¿qué te ha dicho?
-Olvídame
-¿Qué?
-Eso es lo que me ha dicho, olvídame-Mike se quedó allí mirando como Tess se alejaba, cabizbaja.
-Ven, entra a ayudarme con los niños y a tomar un café-Lo cogió de la mano y tiró de él.
Una lágrima asomó en su cara.
"¿Qué era esta sensación tan rara?" El pecho le dolía, un nudo se formaba en su garganta, sus ojos se humedecían. "¿Dolor? ¿Desde cuándo era capaz de sentir ese sentimiento?"

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